Debemos conocer el tipo de piel que tenemos para escoger los cosméticos más adecuados para tratarla.
Normalmente clasificamos la piel de dos fomas: según su tipo y según su estado. El tipo de piel suele establecerse alrededor de los 20 años: piel normal, piel seca, sensible, piel grasa o mixta. Aunque pue...
Debemos conocer el tipo de piel que tenemos para escoger los cosméticos más adecuados para tratarla.
Normalmente clasificamos la piel de dos fomas: según su tipo y según su estado. El tipo de piel suele establecerse alrededor de los 20 años: piel normal, piel seca, sensible, piel grasa o mixta. Aunque puede evolucionar con el tiempo.
La piel sensible presenta síntomas como: sequedad, rojeces, erupciones, hinchazón, descamación y aspereza que pueden acompañarse de sensaciones de picor, ardor, tirantez y pinchazos que suele empeorar después la aplicación de un producto cosmético.
La piel envejecida es propensa a la sensibilidad, ya que el adelgazamiento de la epidermis y la perdida de agua puede dan lugar al deterioro de la función de la barrera lipídica.
Algunos componentes activos, pueden reducir, la sensiblidad cutánea. Estos componentes están presentes en algunos productos de cosmética para el cuidado facial, posibilitando la implantación de una pauta de limpieza, tonificación e hidratación regular, al tiempo que también se protege la piel.
Algunos consejos para cuidar la piel sensible:
- Limpiar y tonificar la piel: Leches limpiadoras y tónico de avena o de agua termal
- Hidratantes: con texturas ligeras y con activos calmantes
- Otros productos de tratamiento (antiedad, antimanchas, etc): valorar su posible tolerancia.
La piel sensible, reactiva, irritable e intolerante precisa de productos específicos para cuidarla.
Encuentra tus productos de cosmética facial, leche limpiadora, tónicos y cremas con acción hidratante y calmantes, más adecuados para cuidar y tratar la piel sensible.